INSPECCIONES
DE SEGURIDAD
En el artículo 2 de la Resolución 1016 de
1989, se definieron los Programas de Salud Ocupacional como la “Planeación,
Organización, Ejecución y Control de las actividades de Medicina preventiva y
del trabajo, Higiene industrial y Seguridad industrial, tendientes a mejorar y
a preservar la salud de los trabajadores...”
De la lectura anterior, se deduce que
el enfoque para el efectivo desarrollo de la Salud Ocupacional,
es eminentemente Administrativo y Gerencial porque debe estar inmerso en todos
los niveles de gestión de la organización y no sólo confiar o esperar que los
empleados serán cuidadosos en el desarrollo de sus labores. A este respecto W. E. Deming, comenta
“Ninguna cantidad de cuidados y destrezas de los trabajadores de una empresa,
puede superar las fallas fundamentales del sistema gerencial”. Los Programas de Salud Ocupacional son
una herramienta estratégica orientada a la prevención o control total de
pérdidas; al mejoramiento del proceso de elaboración y calidad de los productos
o servicios; al incremento de la moral organizacional y en especial, a la
consolidación de mejores niveles de calidad de vida laboral, lo cual es
responsabilidad de todas las instancias de la empresa.
Sin embargo, esta responsabilidad recae
especialmente en el nivel directivo ya que según los planteamientos de Dan
Petersen “La Salud
Ocupacional debe ser administrada como cualquier otra función
empresarial y en consecuencia un acto inseguro, una condición insegura y un
accidente, son síntomas de algo equivocado, irregular o incorrecto en el
sistema administrativo”. Al respecto
dice Heinrrich, (1931): “Los métodos de más valor en prevención de accidentes,
son análogos a los métodos utilizados para el control de la calidad, los costos
y la producción” lo cual plantea la importancia de contar con herramientas de
gestión de los riesgos, entre las cuales se destacan las inspecciones planeadas
siempre y cuando éstas cuenten con todo el apoyo de la gerencia para hacer las
mejoras que de ellas se deriven.
Para garantizar un impacto positivo de
las inspecciones dentro de los programas de prevención, se hace indispensable
que sea concebida bajo un enfoque administrativo integral que cuente con sus
fases de planeación, organización, dirección, ejecución y retroalimentación o
control, con el fin de identificar sistemáticamente los peligros o factores de
riesgo que surgen cuando cambian las personas, los equipos, los materiales y el
medio ambiente en general.
1. CONCEPTUALIZACIÓN:
Las inspecciones de seguridad deben
entenderse como un proceso administrativo que tiene como finalidad, la
identificación o localización, análisis y control de situaciones o condiciones
sub-estándar, que encierran la posibilidad de generar alteraciones a la
dinámica normal de la organización, bien sea porque acarreen paros de procesos,
deterioro de bienes materiales, enfermedades ocupacionales, daños al medio
ambiente o accidentes de trabajo. Las
inspecciones se efectúan con el propósito de elaborar diagnósticos iniciales,
para efectuar seguimiento y control a programas preventivos y de vigilancia
epidemiológica.
Por su enfoque, las inspecciones,
cuando se aplican de manera sistemática, son un procedimiento esencialmente
preventivo que proporciona información suficiente y oportuna al empresario y a
los coordinadores de la
Salud Ocupacional, para definir los planes de acción que se
requieren de acuerdo con las prioridades encontradas en dicho proceso.
2. NECESIDAD DE LAS INSPECCIONES:
En todo tipo de empresas
independientemente de la actividad económica, del tipo de tecnología utilizada,
de las instalaciones, de los materiales, de las herramientas empleadas y de los
procesos desarrollados, siempre habrá fallas inducidas por el deterioro o el
mal uso de los instrumentos de producción, derivados de hábitos y costumbres de
trabajo inadecuadas, de fallas en los procesos o falta de programas de
mantenimiento preventivo.
Estas situaciones plantean la necesidad
prioritaria de efectuar la detección precoz de dichas condiciones, con el fin
de corregirlas, controlarlas y minimizar
la probabilidad de ocurrencia de lesiones, daños o interrupciones del
trabajo. Lo anterior requiere de un
trabajo coordinado entre personas de diferentes áreas como: mantenimiento,
producción, calidad y salud ocupacional.
3. BENEFICIOS DE LAS INSPECCIONES:
·
Permiten la identificación precoz de
factores de riesgo que pueden afectar seriamente a las personas, instalaciones
y procesos, y por lo tanto incrementar los costos al disminuir la seguridad, la
producción y la calidad.
·
Cuando existe un proceso claramente
definido para la verificación de la implementación de las medidas preventivas y
correctivas, los empleados perciben un sincero interés de la gerencia por
mejorar las condiciones de trabajo, generando con ello altos niveles de
satisfacción.
·
Cuando las recomendaciones se hacen
efectivas generan un efecto positivo de participación entre el grupo de
trabajadores, quienes aportan información y recomendaciones de control sobre
condiciones de riesgo o mejoramiento de situaciones de trabajo.
·
Fomentan el contacto y la interacción
entre el departamento o el área de Salud Ocupacional y el Comité Paritario con
los supervisores o jefes de área y los trabajadores en general.
·
Suministran información valiosa para
orientar los planes estratégicos de la empresa.
·
Posibilitan el planteamiento de
alternativas de mejoramiento en todos los ámbitos del sistema organizacional,
ya que no están orientadas exclusivamente a tópicos de Salud y Seguridad
Ocupacional, sino que tratan de concebir integralmente todos los procesos y la
forma de intervenirlos positivamente.
·
Facilitan un efectivo control sobre el
avance y desarrollo de los programas de prevención, ya que permiten establecer
los períodos de tiempo necesarios para corregir los riesgos o condiciones
sub-estándar, comparando las fechas en que se detectaron las situaciones y
aquellas en que fueron corregidas.
·
Son base para la elaboración y el
manejo de indicadores de gestión de los
Programas de Salud Ocupacional: Cobertura de control de factores riesgo,
cobertura de áreas o secciones, tiempos de reacción, inversión, impacto de la
prevención y control de riesgos.
·
Permiten la actualización permanente
del panorama de factores de riesgo por parte de los supervisores o coordinadores
de las áreas.
QUIÉNES DEBEN INSPECCIONAR:
Si bien es cierto los coordinadores de
Salud Ocupacional son muchas veces los responsables de la administración de los
procesos de inspección. Sin embargo, los
coordinadores de cada área y los jefes de mantenimiento, son responsables de la
ejecución periódica de las mismas, con la participación de los trabajadores,
del Comité Paritario y el sindicato, entre otros.
En algunas empresas las inspecciones de
seguridad hechas por los supervisores, son un criterio para la evaluación de su
desempeño. Esta es una clara muestra de compromiso con la protección de la
salud de los trabajadores.
El éxito de un programa de este tipo,
radica especialmente en la creación de una cultura de la inspección permanente,
donde todos los miembros de la institución la practican como parte integral de
sus rutinas de trabajo. Sin embargo. el
logro de esta actitud por parte de las personas, sobrevendrá solamente cuando
la administración de la empresa atienda oportuna y rápidamente las sugerencias
de mejora propuestas por ellos, o por lo menos cuando se establezcan los
mecanismos de comunicación que permitan una respuesta de retroalimentación para
aquellas personas que han propuesto ideas y que por razones técnicas o
económicas no se van a implementar.
Cuando esto no se hace, la reacción hacia la seguridad y hacia la misma
empresa podrá tornarse negativa.
Cuando no existe la cultura de la
inspección, las personas se familiarizan con los riesgos hasta el punto de
subvalorarlos, ignorarlos. Por el
contrario, esta herramienta ayuda a las personas a mantener centrada la
atención en la seguridad y a desarrollar comportamientos de previsión.
En las empresas donde no existe la
cultura de las inspecciones (formales e informales), es común escuchar con
frecuencia la frase “eso siempre ha
estado así y nunca ha pasado nada “situación que pone en evidencia que los
estándares de seguridad de las personas que allí laboran son muy bajos y
evidentemente preocupantes. Esto denota una vez más la necesidad de crear
listas de verificación que orienten la forma segura de realizar tareas de alto
riesgo, impidiendo que las valoraciones subjetivas se impongan, así como las
actitudes permisivas frente a condiciones de peligro.
Es preciso que los inspectores hayan
sido capacitados y entrenados en los temas críticos de Salud Ocupacional,
control total de pérdidas y calidad.
Además se les debe desarrollar la capacidad de liderazgo (creatividad,
comunicación, manejo de conflictos, entre otros), para que estén en condiciones
de concertar las soluciones viables con las áreas de trabajo. También deben ser
personas que den ejemplo por su permanente actitud positiva frente a la
seguridad.
Un criterio de básico cumplimiento por
parte de todo inspector, es proveerse de los equipos de protección personal que
se deben emplear en los sitios que se revisen. Sería de muy mal gusto ver a un
inspector sin casco o sin protección auditiva o respiratoria, en una zona en
que debe utilizarse.
En la empresa debe existir un canal de
comunicación claro y efectivo para garantizar que situaciones con un alto
potencial de pérdidas o lesiones, sean conocidas por personas que puedan tomar
decisiones para corregir el riesgo de inmediato.
Para promover la cultura de la
inspección de los riesgos y su prevención, es importante que los miembros de la
alta dirección de la compañía realicen recorridos periódicos por las
instalaciones de la planta y entablen conversación con los trabajadores para
conocer situaciones de riesgo y ponerlas en conocimiento de los encargados de
las áreas.
Es probable que ante algunos riesgos
los inspectores se vean tentados a asumir en forma inmediata las acciones de
corrección y control, sin embargo es recomendable no hacer esto en todos los
casos, sin antes consultar a los que verdaderamente saben cómo manejar cada
situación con juicio y criterio técnico- económicos acertados.